Participantes: Eglexi Contreras C.I: 16.476.940
Sistemas de innovación, desarrollo en las sociedades del conocimiento.
Frente a las nuevas
realidades y condiciones en que vive el mundo actual donde el conocimiento
fluye a gran escala y a pasos agigantados, la educación constituye un
instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los
ideales de paz, libertad y justicia social, función esencial de la educación en
el desarrollo continuo de la persona y las sociedades, no como un negocio
fortuito donde los de menor recurso la ven una meta inalcanzable; hay que
entonces buscar formas viables al servicio de un desarrollo humano más
armonioso, más genuino, para hacer retroceder la pobreza, el analfabetismo, la
exclusión, las incomprensiones, las opresiones, las guerras, entre otros males
que agobian a nuestra humanidad.
Necesariamente todas las
áreas de la educación necesitan efectuar mejoras en la medida en que los
distintos sectores, instituciones y sistemas, tienen que hacer frente a retos
sin precedentes. La educación se ha visto en la necesidad de buscar nuevas
alternativas para adaptarse al cambio que experimenta hoy la sociedad. En
nuestro mundo de cambios sociales y tecnológicos, continuos, e imprevisibles,
la educación ha adquirido una especial importancia como medio de entender la
complejidad, afrontarla y proponer alternativas para asumirla.
Científicamente nos encontramos en la llamada Sociedad del conocimiento, caracterizada
por el número creciente de investigaciones, el Internet como medio de
publicación, donde existe un desarrollo
progresivo y acelerado de los conocimientos científicos y tecnológicos, los
cuales son introducidos de manera rápida en los procesos productivos,
educacionales, de salud; la vida útil de tecnologías y productos se
acorta cada vez más, y la obsolescencia llega más rápido, algunos autores
han nombrado este siglo XXI, como “El siglo de la velocidad”. Nunca una
época ha estado tan dependiente del conocimiento como en la que vivimos.
Los tiempos han cambiado, ya
no se trabaja, ni se produce, ni se comercia de igual manera, hoy día podemos
comprar sin necesidad de acudir al mercado o podemos leer un libro sin asistir
a una biblioteca, estos cambios ya los podemos observar con mucha nitidez, puesto
que están afectando progresivamente nuestros modos de vida, nuestras formas de
comunicarnos, de trabajar, y de aprender; nuestros hogares no son iguales por
el tipo de familia, han surgido una amplia variedad de modelos familiares.
Todo ello conlleva a
reconocer que en la sociedad que vivimos, los conocimientos que adquirimos en
nuestra etapa de formación inicial tienen una fecha de caducidad y por
tanto es necesario superarse constantemente para lograr trabajar en este
momento. No podemos seguir pensando en el modelo de educación “Estudiar mucho
pocos años para trabajar toda la vida”, sino asumir a través del cambio el
modelo expuesto en la Declaración Mundial sobre Educación Superior en el siglo
XXI: una lectura desde América Latina y el Caribe de “colocar a los estudiantes
en primer plano de sus preocupaciones en la perspectiva de una educación a lo largo de la vida a fin de que se puedan integrar plenamente en la
sociedad mundial del conocimiento del siglo que viene, o sea, estudiar toda la vida para trabajar toda la vida.
Es allí la implacable búsqueda
de las realidades educativas y asertivas, en las sociedades del conocimiento,
donde el mundo educativo esta cada vez más deteriorado, buscando un desahogo
formativo en los educandos; para así lograr las transformaciones exigidas
humanidad. Por tanto por la aparición
constante de nuevas ocupaciones y profesiones, producto del imparable avance de
los conocimientos, se requiere de las personas, de los ciudadanos una actitud
de aprendizaje para toda la vida.
Como se observa, la Sociedad
del conocimiento poco a poco nos impone nuevas formas de vida donde la división
clásica entre el mundo del estudio y el mundo del trabajo está dejando de tener
sentido. La idea de que existe un tiempo para la formación (en las
universidades), en la que adquirimos el conocimiento necesario para trabajar y
desempeñarnos profesionalmente no se mantiene hoy en día.
La formación inicial es una formación básica
que nos permite empezar a desenvolvernos en el mundo laboral, donde la
diversificación se impone a través de los cambios, con el transcurso del tiempo
profesiones tradicionales cambiarán sus modos de producción y otras nuevas
surgirán. Por otra parte, el incremento exponencial del conocimiento hace que
lo que aprendemos en la formación inicial tenga una fecha de caducidad fijada.
Como decía Delors (1995) en su informe, es que ya no basta con que cada individuo
acumule al comienzo de su vida una reserva de conocimientos a la que podrá
recurrir después sin límites. Sobre todo, debe estar en condiciones de
aprovechar y utilizar durante toda la vida cada oportunidad que se le presente
de actualizar, profundizar y enriquecer ese primer saber y de adaptarse a un
mundo en permanente cambio.
En la educación actual,
nuestro rol como educador, no solo se limitan a proporcionar y recibir
información; sino que se deben formar seres integrales, que estén en capacidad
de enfrentar el mundo, tanto a nivel personal como laboral, que puedan
responder a los requerimientos, es decir, que sean competentes. Esta se
convierte en el elemento fundamental que ofrece oportunidades o incrementa las
situaciones de exclusión. Por ello, se debe potenciar el desarrollo de las
habilidades necesarias en la sociedad del conocimiento.
Tal vez por ello, deberíamos
hablar que el conocimiento radica realmente el valor diferencial que les dará a las comunidades la
capacidad de crecer y desarrollarse fortaleciendo sus capacidades y aprovechando sus
potencialidades.
Por tal motivo en conclusión
las sociedades del conocimiento, los valores y prácticas de creatividad e
innovación desempeñaran un papel importante, proponiendo modelos existentes. Lo
podemos ver con la nueva reforma basada en competencias, porque fue creado este
enfoque de diferentes modelos, ya que se tiene que adaptar a nuestro entorno
social, teniendo como camino a lo que se requiere por la globalización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario